Yo rezo

Yo rezo
¡Gracias Dios mío!

sábado, 21 de abril de 2012



 Oración a la familia por Juan Pablo II

Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.

Acción de gracias después de la ComuniónPapa Clemente XI
Creo en Ti, Señor, pero ayúdame a creer con más firmeza;
espero en Ti, pero ayúdame a esperar con más confianza;
te amo, Señor, pero ayúdame a amarte más ardientemente;
estoy arrepentido, pero ayúdame a tener mayor dolor.
Te adoro, Señor, porque eres mi Creador
y te anhelo porque eres mi último fin;
te alabo porque no te cansas de hacerme el bien
y me refugio en Ti, porque eres mí protector.
Que tu sabiduría, Señor, me dirija
y tu justicia me reprima;
que tu misericordia me consuele
y tu poder me defienda.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a, Ti;
te ofrezco mis palabras, para que hablen de Ti;
te ofrezco mis obras, para que todo lo haga por Ti;
te ofrezco mis penas, para qué las sufra por Ti.
Todo aquello que quieres Tú, Señor, lo quiero yo
precisamente porque lo quieres Tú,
quiero como lo quieras Tú,
y durante todo el tiempo que lo quieras Tú.
Te pido, Señor, que ilumines mi entendimiento,
que inflames mi voluntad,
que purifiques mi corazón
y santifiques mi alma.
Ayúdame a apartarme de mis pasadas iniquidades,
a rechazar las tentaciones futuras,
a vencer mis inclinaciones al mal
y
a cultivar las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a Ti,
odio a mí,
celo por el prójimo
desprecio a lo mundano.
Dame tu gracia para ser obediente con mis superiores,
ser comprensivo con mis inferiores,
saber aconsejar a mis amigos
y perdonar con mis enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación,
con generosidad la avaricia,
con bondad la ira,
con fervor la tibieza.
Que sepa tener prudencia, Señor, al aconsejar,
valor frente a los peligros,
paciencia, en las dificultades,
humilde en la prosperidad.
Concédeme, Señor, atención al orar,
sobriedad al comer,
responsabilidad en mi trabajo
y firmeza en mis propósitos.
Ayúdame a conservar la pureza de alma,
a ser modesto en mis actitudes,
ejemplar en mis conversaciones
y a llevar una vida ordenada.
Concédeme tu ayuda para dominar mis instintos,
para fomentar en mí tu vida de gracia,
para cumplir tus mandamientos
y obtener la salvación.
Enséñame, Señor, a comprender la pequeñez de lo terreno,
la grandeza de lo divino,
la brevedad de esta vida
y la eternidad de la futura.
Concédeme una buena preparación para la muerte
y un santo temor al juicio,
para librarme del infierno
y alcanzar el paraíso.
Por Cristo nuestro Señor. Amén